martes, 15 de marzo de 2011

La teoría de la presunción de culpabilidad

El concepto de culpa penal es semejante al de culpa civil: en ambos casos la culpa se define por una omisión de la conducta debida para prever y evitar el daño. Se manifiesta por la imprudencia (falta de cuidado), negligencia (descuido), impericia (falta de habilidad o sabiduría) o inobservancia (omitir los deberes) de reglamentos. De esta manera, en lo ocurrido en la caja municipal se debería de imputar tanto a Clemente como al alcalde, pasando por interventor, tesorera y toda persona con responsabilidad en Hacienda porque todos parten con una presunción de culpabilidad.
Ahora bien, ese concepto tan solo ha recaído en la persona de Clemente pesando sobre su figura todos los mecanismos mentales que conllevan esa presunción de culpabilidad. Un claro ejemplo: sí está en la cárcel será por algo, seguramente se habrá llevado parte del dinero. Mientras en otros casos (lo ocurrido en el Puerto) las personas imputadas siguen en su puesto de trabajo, en este Clemente fue automáticamente apartado y hasta los siete meses no ingresa en prisión. ¿No hubo riesgo de fuga antes? ¿No ha podido en ese tiempo destruir documentos? Si la inmobiliaria estaba cerrada y no acudía al trabajo ¿cómo iba a existir la posibilidad de continuar su actividad delinquiva? (En todo caso existe la posibilidad de que comience una nueva).
Quizás el gran problema estaba en el concepto opuesto al anterior: la presunción de inocencia, lo que conlleva otra series de mecanismos mentales aparejados. Un claro ejemplo: si María José no está en la cárcel es porque ella no ha hecho nada ni se ha llevado dinero.
En la primera teoría se sustentaba Clemente para mostrarse tranquilo cuando la Cámara de Cuentas dio una semana de plazo a interventor y tesorera para justificar el desfalco. Pensaba que como su firma no aparecía en ningún documento y sí la de sus responsables, serían ellos los que pagaran el pato y cuando fue detenido pensó que al igual que él los demás también pasarían por esa situación. El problema es que la presunción de culpabilidad se ha vuelto en su contra con el tiempo y ya nadie se cree que sea inocente, por ello su lucha es tan complicada.
Pues mis procesos mentales no hacen más que echar humo sin comprender que durante tanto tiempo, con las evidencias existentes nadie dentro de Hacienda denunciara la situación. ¿Por qué?

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