No importaron los filtros ni las personas responsables de velar por el dinero de la delegación de Economía y Hacienda. Tampoco hubo comunicación entre diferentes áreas del Ayuntamiento y mucho menos se prestó atención a las previsiones de gastos y partidas para las familias isleñas con dificultades económicas.
La ausencia de control permitió que entre el año 2004 y el primer trimestre de 2009 Servicios Sociales extendiera un total de 122 talones por valor de 1.938.866 euros. Lo que más llama la atención es que ese dinero, supuestamente era requerido por la falta de liquidez en la caja cuando los ingresos del Ayuntamiento eran muy superiores a las pérdidas y por tanto había dinero suficiente. ¿Qué significa? Que una simple revisión de las cuentas hubiera servido para verificar que las solicitudes de talones, para canjear en el banco por dinero y dar liquidez a la caja, eran innecesarias ya que en la caja había suficiente dinero para sufragar los gastos.
Según la investigación, era Clemente Ruiz, principal imputado en el desfalco de 7,8 millones de euros, el que solicitaba estos talones en unas cantidades que iban de los 5.000 a los 20.000 euros. Al parecer, como responsable de la caja dio directrices a las trabajadoras sociales para que le comunicaran a él de forma directa los mandamientos de pago que se iban a realizar por una cantidad superior a los 400 euros. Entonces Clemente acudía al interventor y a la tesorera para asegurar que no tenía dinero en caja para hacer frente a estos pagos y que precisaba de un talón que hacía efectivo en Cajasur y que como expone la investigación era normalmente cobrado por Clemente o por la otra imputada, María José Lebrero. Sin embargo, una vez analizados los libros de contabilidad día por día, los responsables del caso se dieron cuenta de que en ningún momento hubo necesidad de aumentar el saldo de la caja mediante la extensión de talones pues normalmente los ingresos superaban a los gastos de ese día y por tanto podían cubrirse sin problemas.
En el año 2007 entre los días 4 de mayo y 8 de junio se extendieron ocho talones por valor de 138.000 euros cuando los pagos en dicho periodo ascendían a la cantidad 35.075 euros. Entre el 2 de febrero y el 27 de ese mes de 2009 se extienden cinco talones por valor de 100.000 euros mientras que los pagos no llegaban a los 31.500 euros. De hecho el mismo día 27 se pidió un talón de 20.000 euros mientras que los pagos no llegaron a 90 euros. Los días posteriores a esa fecha, ni siquiera hubo pagos.
Según la declaración que se recoge de una compañera Clemente no quería que se supiera el dato positivo de ingresos ya que temía que la tesorera entonces le pusiera complicaciones para extenderle los diferentes talones.
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